domingo, 20 de marzo de 2011

No pienso hacer nada sin ti.

Hay palabras... Hay personas... Y hay momentos....

La vida son momentos, y a veces eso es lo único que quiero escribir.

Un momento...
Un instante...
Una mirada...

y lo que encierra.

Todo.
Todo.
La vida...

una mezcla inmensa, un abismo.

Nunca son las palabras adecuadas, no lo suficientemente acertadas, es una lucha, una guerra interminable por un tesoro sin dueño. Por un sueño.

Siempre faltará algo. Siempre podría haber sido mejor... Siempre el mismo sentimiento vacío...

Andar por caminos desconocidos, por instantes, por momentos.
Recorrer el abismo, y perderte y perderte y perderte dentro de un camino, dentro de sus continuas bifurcaciones... continuas.

Sin acabar en ningún lado, en ningún lado que se convierte en tu vida.

Hacer lo que creas más adecuado, perderlo todo en ello.

Y allí en aquella esquina de ningún sitio, encontrar lo único que queda, el momento. La certeza de que las horas en ese cuadro son reales, son vida, tu vida.

Cuando lo miras, yo estoy viva, porque tu lo miras, estoy viva porque tu me miras...

Será porque tu mirada me da la vida.

No dormir a tu lado es un placer, es un castigo, es un pecado, es mi delirio. Sentirte, fuerte, frágil, bueno y perverso. Desnudándose uno al vacío, poco a poco, para caer lo más lento posible, y que el golpe se vea venir, tu ida, tu engaño... Y volver al momento, a tu sonrisa sobre mi vientre, a tus besos, a tu aliento, a tu mano agarrándome fuerte, muy fuerte... y que me tires al suelo, contigo, y que no pares de intentar complacerme, aunque yo no te deje, aunque no entiendas porque...

Amante como otros, como otros muchos... otros...
Pero único... como cada uno.

Tu... tu podrías perderme en un lugar sin retorno, sin ninguna bifurcación... perderme dentro de ti...

Pero... ¿Recuerdas aquella barrera de cristal que forjé? Tu por entonces aún no estabas... La construí poco a poco, día a día, no es de un cristal cualquiera, es transparente, tanto que eres capaz de sentir que no está... pero... en un instante, en el cuadro... ese es el momento en el que quiero perderme contigo; cuando una barrera indestructible me separa de ti, una que yo mismas cree...

Espera... ¿Me esperarías?

Tengo que estudiar esa barrera, buscar su punto débil, desmontarla poco a poco...

¿Me esperaras?

Yo estaré aquí...






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